2019 ...
Te vas yendo, lento, inexorable...Un nuevo ciclo que finaliza, único, irrepetible, intenso; donde hubo la riqueza del encuentro y del reencuentro, de las risas y abrazos compartidos; y cómo no, también, los obstáculos y el aprendizaje; la lágrima y la fragilidad del desconcierto y la incertidumbre...y más aprendizaje...Un ciclo eterno, perenne; senderos compartidos, afectos indestructibles. Gratitud por tanto, gratitud por todo, porque de todo he aprendido y aprendo, todo me nutre. Agradezco y recibo para seguir ofreciendo aquello que me es dado en abundancia, sin condiciones, aquello que proviene de la fuente inagotable de la vida.
Yoga en Miramar
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